En medio del vaivén de las unidades de la Policía Nacional y el Ejército, que se establecieron en el sector de Capotillo desde la madrugada de ayer miércoles, por un llamado a protesta, afloraron numerosas críticas de residentes ante el amplio despliegue militar.
“Si es para cuidar a uno no vienen”, manifestó Yefri, un joven que se gana la vida en un taller de mecánica del populoso sector del Distrito Nacional.
El comunitario explicó que cuando se dirigía a su trabajo se topó con patrullas “por todos lados” y no sabía lo que pasaba.
“Cuando yo llegué ya estaban ahí”, especificó Yefri, quien arribó al local a las seis de la mañana, aproximadamente.
Para el oriundo de Capotillo, la convocatoria a manifestarse es justificada por el alto costo de los alimentos. “Es que esto está duro, antes tú hacías una comida buena con 300 pesos, ahora si tú no tienes 1,000 no comes”, declaró.
De su lado, Manolo Ortiz, residente desde hace un año en el referido barrio, indicó que como “todo está caro” él también se uniría a la protesta, la cual se realizó en el sector de la zona norte de la capital en horas de la tarde, sin que se registraran incidentes.
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