PEDERNALES.- El alcalde, abogados y comerciantes en esta provincia calificaron de injusto, de estar dormitando y de poco sentimiento las declaraciones de Miguel Vargas Maldonado, canciller de la Republica, al calificar como hecho aislado el asesinato de la pareja de esposos en esta comunidad.
Según se han identificado los asesinos son tres hermanos haitianos, uno de los cuales está detenido en Jacmel, ciudad turística de Haití, razón por la que familiares y amigos de los esposos Oneida Urbaez y Julio Reyes Matos Pérez, demandan sea traído a la justicia dominicana.
El alcalde Minguito Feliz, el abogado Robert Méndez y Miguel Antonio Pérez, este último familiar de las víctimas, no aceptan la posición del canciller Vargas y lo acusan de no pertenecer a la familia dominicana.
Según los consultados, el escándalo que ha dejado las muertes de Urbaez y su esposo Matos Pérez, con repercusión en todas las cadenas de radio, televisión y prensa escrita, no era para que las autoridades de cancillería califiquen de hecho aislado el caso.
Esa es la reacción del alcalde Minguito Feliz, así como del abogado Robert Méndez y el empresario Miguel Antonio Pérez, tras ser consultados por los medios de prensa.
Sostienen que la provincia de Pedernales se mantiene bajo un trauma e indignación, obligando a mantener un cerco de las autoridades militares y policiales, porque podría degenerar en una batalla campal frente a los ambientes que se están desarrollando desfavorables frente al hecho de sangre.
El alcalde, quien entiende que ha evitado por todas las vías el no maltrato contra los haitianos, dejó bien claro que el mercado binacional no será abierto mientras dure el conflicto.
Sostuvo que no acepta la posición de muchos sectores de Haití, que sostienen que aquí, han masacrado a los haitianos.
El mercado que se realiza lunes y viernes de cada semana se mantiene cerrado desde el pasado lunes, por disposición del alcalde para evitar se produzcan enfrentamientos entre los residentes de Pedernales y los habitantes de Anse-au-Pitre.
Asimismo, los militares aún permanecen en esta parte de la frontera, porque la situación no pinta nada alentador producto de las exacerbaciones de los ciudadanos debido a la indiferencia y dejadez que ven de las autoridades nacionales.
Escuela cerrada
La escuela de Ávila, en la zona agrícola de Pedernales y donde todos los estudiantes son haitianos, está cerrada desde el momento que se produjeron las agresiones que obligó a la salida del país de los indocumentados.
A pesar de que algunos menores nacionales haitianos nacidos en esta parte de la frontera se mantienen ocultos en cuevas, no acuden a las aulas por temor a las amenazas de agresiones, según sus propios padres y compatriotas.
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